El Mont-Blanc

El Mont-Blanc

miércoles, 13 de febrero de 2008

CABEZA DE HIERRO MAYOR (2.383 M.) Cara Norte (Tubo de las cascadas)

10 de febrero de 2008

7:30 Plaza de Castilla.- ¡Vaya madrugón amiguitos! Aún no habían montado el atrezzo de las calles en el barrio de Chamartín, cuando empezaba el goteo de soñolientos “culmenianos” por las inmediaciones del depósito del Canal. Primero Yolanda y Manolo. Casi al tiempo Garfun y enseguida Luz, Merce y Penélope; todos menos los “Titos” Ana y Blasi que andan ya por Cotos desde el sábado. ¿He dicho todos? Pues no... Miki se despierta a las “nisesabe” a la voz de “¡¡arrr!!” de Doña Presidenta, orden que le llega con nitidez absoluta a través del móvil y que le despega las sábanas del cuerpo de un tirón, como el que levanta una pieza de esparadrapo sobre la pupa ya cicatrizada (sin piedad.) La mitad del grupo salimos en el coche de Penny y el resto esperará a Miguelito para partir lo antes posible en el Xsara de Manolo. Más tarde, en Cotos, nos reunimos todos (algunos ya desayunados) y tras concluir unos breves preparativos nos ponemos en marcha. Son las 9:40.

Mañana luminosa donde las haya, vamos recorriendo la carretera que conduce a Valdesquí mientras una buena extensión de la vertiente norte de la Cuerda Larga aparece espolvoreada con los restos de nieve que aún se aferran a la roca desde la última precipitación registrada en nuestra Sierra. Ni una nube en el cielo. Hoy la zona sufrirá las consecuencias de la cercanía de Madrid y su presión demográfica. Nosotros, ajenos a los vehículos que van rellenando los últimos resquicios que quedan libres en los estacionamientos que hemos dejado atrás, nos desviamos del asfalto, hacia la izquierda, en la tercera curva de la carretera, y tras rebasar la barrera metálica que impide que los coches invadan las campas próximas al Pingarrón, salvamos los pocos centenares de metros de llano pelado que nos separan del refugio. Luego breve descenso hasta el río para internarnos en el bosque de pino por un camino helado que en más de una ocasión pone a prueba nuestra estabilidad al quedar oculto a la influencia del Sol. Es allí, en el sendero, donde parte del grupo opta por calzarse los crampones y caminar a lo largo de un buen trecho de umbría sin tener que recurrir a los malabares ni el equilibrismo.

Corto descenso hacia una vaguada que asciende desde la base de la Norte y tras una subidita tranquila, nos situamos a una veintena de metros bajo las cascadas de hielo de la canal central del tubo. Nos turnamos para ocupar las pocas plataformas rocosas y las matas de enebro que marcan algo de horizontalidad sobre la pendiente, pues bajo una capa engañosa de nieve polvo se oculta la costra helada y traicionera que nos obliga a colocarnos los crampones y liberar los piolets de los enganches de la mochila.

Blas se acerca a la cascada y tras comprobar que la vítrea superficie no muestra una consistencia aceptable, desiste y regresa junto a los que aún luchamos con adaptar los pinchos a la suela de alguna bota que se resiste a encajar en el dispositivo. Ocho subimos bordeando la cascada por la izquierda. Miki se queda rezagado buscando un momento de intimidad para atender a una imperiosa necesidad fisiológica (los problemas digestivos siempre surgen en el peor momento). Atacamos la pendiente con bastante confianza y poco a poco le ganamos metros a la montaña. Nos quedan más de trescientos metros de ascenso. En lugar de tomar la parte central, nos decidimos por una canal estrecha y bastante atractiva que salva unos treinta metros con alrededor de 50 grados de inclinación, con final en un penacho de roca. El tramo es una auténtica gozada; buena huella y capa consistente bajo la nieve polvo que sujeta bien el crampón. Cuando llegamos a la roca, corta travesía en mixto para después descender cuatro o cinco metros a la izquierda, hasta la base de la arista. Tras bordear la roca hacia la derecha, remontamos una pala que nos coloca en la soleada cresta que a su vez conecta con el último centenar de metros de pendiente hacia la cumbre.

Festival de fotos durante la faena. La luz es inmejorable y el sol arranca puntitos brillantes de la superficie nevada que, de cuando en cuando, se convierten en fino polvo helado cuando la montaña nos envía alguna racha de brisa. Buen humor y paso decidido hasta situarnos en la mismísima plataforma de la cima. Son las 13:15 h.
Tras las fotos de rigor esperamos a Miki y una vez reunidos, comemos a resguardo del omnipresente viento que bate siempre sobre este pico.
Para el regreso, en lugar de seguir la cuerda hasta Valdemartín para alcanzar la Loma del Noruego, descendemos directamente hacia el NW hasta unas campas nevadas en cuyas inmediaciones nace el pinar y retomamos el sendero de la mañana con dirección a Cotos. La vuelta resulta adornada con algún que otro “culetazo” a causa del persistente hielo del camino pero sin consecuencias que hayamos de lamentar. A eso de las 16:30 llegamos al estacionamiento y terminamos la actividad en el bar de la estación del “funi” (La Venta Marcelino estaba impracticable) disfrutando de unas bien merecidas e “isotónicas” birritas.
Participantes en la Actividad: (Por estricto orden alfabético)
Ana Berrio Blas Garfun Luz-bis Manolo Peinado Merce “Presi” Miki Fonfría Penélope Yolanda
Madrid, 12 de febrero de 2008
by Garfun 2008